Baubo es la diosa pagana griega de la alegría y la obscenidad. Adopta la forma de una vieja gorda que suele exhibirse abiertamente en público.

Por cierto, era una de las diosas cuyos secretos formaban parte de los Misterios Órficos y Eleusinos, en los que ella y su homóloga soltera Iambe se asociaban con canciones cómicamente obscenas y lascivas. Junto con Deméter, formaban la Trinidad de Diosas Madre-Donante de las sectas mistéricas.

A diferencia del mito más famoso de Baubo y Deméter, la mayoría de las historias de Baubo no han sobrevivido. En resumen, Deméter estaba triste por haber perdido a su hija Perséfone a manos de Hades, y Baubo decidió animarla.

Origen de Baubo

Gran parte del misterio que rodea a la diosa Baubo surge de las conexiones literarias entre su nombre y los de otras diosas. Así, a veces se la llama diosa Iambe, hija de Pan y Eco, descrita en las leyendas de Homero.

Su identidad también acabó mezclándose con las de diosas anteriores, diosas de la vegetación como Atargatis, diosa originaria del norte de Siria, y Cibeles, diosa de Asia Menor.

Los estudiosos han rastreado el origen de Baubo hasta épocas muy antiguas en la región mediterránea, sobre todo en Siria occidental. Su posterior aparición como sierva en los mitos de Deméter marca la transición a una cultura agraria en la que el poder pasaba a Deméter, la diosa griega del grano y la cosecha.

Así llegamos a la curiosa historia en la que Baubo y Deméter se encuentran, contada en los misterios de Elêusis. La diosa de la alegría es famosa por este mito, en el que aparece como una sirvienta de mediana edad del rey Celeus de Elêusis. ¡Compruébalo a continuación!

Mito de Baubo

Aquejada por el dolor del luto, Deméter adoptó una apariencia humana y fue invitada del rey Celeo en Elêusis. Sus dos diosas compañeras, Iambe y Baubo, también entraron en la corte del rey Celeo vestidas de siervas para animar a Deméter.

Le cantaron sus poemas cómicos y sexuales, y Baubo, disfrazada de enfermera, fingió estar de parto, gimiendo y tal, y luego sacó de su falda al propio hijo de Deméter, Iaco, que saltó a los brazos de su madre, la besó y calentó su triste corazón.

Entonces Baubo ofreció a Deméter un sorbo del vino de cebada sagrado de los Misterios de Elêusis, junto con una comida que había preparado, pero Deméter lo rechazó, sintiéndose aún demasiado triste para comer o beber.

Baubo se ofendió, se desnudó y mostró sus partes a Deméter, que se rió y se animó a beber un poco del vino de la fiesta.

Finalmente, Deméter convenció a Zeus para que ordenara a Hades liberar a Perséfone. Así, gracias a las obscenas travesuras de la diosa de la alegría, Zeus devolvió la fertilidad a la tierra y evitó la hambruna.

Representaciones de la divinidad de la alegría

Los ídolos y amuletos de Baubo como anciana gorda aparecieron en masa en todo el mundo helénico antiguo. Por cierto, en su representación, solía aparecer desnuda salvo por uno de los varios adornos que llevaba en la cabeza.

A veces cabalga sobre un jabalí y toca el arpa o sostiene copas de vino. En otras imágenes, aparece sin cabeza y con el rostro sobre el torso, o su rostro es sustituido por genitales femeninos.

Algunos traducen la palabra Baubo como "el vientre". Esta interpretación de su nombre se desprende de algunas estatuillas antiguas de la diosa descubiertas en Asia Menor y otros lugares. Estos objetos sagrados representan el rostro de Baubo sobre su vientre.

En su aspecto femenino, Baubo aparece como la "diosa de lo sagrado femenino" al ayudar a Deméter en el festival anual de la antigua Grecia. Así, se cree que con ella las mujeres aprendieron las profundas lecciones de vivir con alegría, morir sin miedo y ser parte integrante de los grandes ciclos de la naturaleza.

Además, su obsceno comportamiento se ha visto como un recordatorio de que todo lo malo pasa y de que no hay que tomárselo todo demasiado en serio, ya que nada dura para siempre.

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