Babosa de mar - Principales características de este peculiar animal
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En la naturaleza hay innumerables especies peculiares, sobre todo en el fondo del mar. Así, la babosa de mar, o nudibranquios como se les llama formalmente, es uno de los animales misteriosos que existen en el océano.
En general, la babosa de mar es un molusco perteneciente al grupo de los gasterópodos. En otras palabras, es un animal que no tiene concha o la tiene muy reducida. Además de ella, otros ejemplos de gasterópodos son los caracoles terrestres, los abalones de mar y los mejillones.
Además, en el mundo hay unas tres mil especies de babosas de mar. Por lo general, estas especies se extienden desde los trópicos hasta el pico Antártico.
Principales características de la babosa de mar
En la mayoría de los casos, las babosas de mar miden entre 5 y 10 centímetros, aunque en algunas especies pueden alcanzar hasta 40 centímetros de longitud, mientras que otras pueden ser microscópicas. Además, su hábitat natural son los coloridos corales oceánicos.
En general, la característica que más llama la atención de este animal es su diversidad de colores y formas. En definitiva, se trata de una herramienta de protección frente a los depredadores, ya que este animal se camufla con sus hábitats naturales. Además, es una peculiaridad que convierte a la babosa de mar en una de las más coloridas del medio marino.
En cambio, las babosas de mar no tienen caparazón y son bilateralmente simétricas, es decir, si se hace un corte transversal de este animal, se puede ver que los dos lados son iguales y se corresponden.
Por regla general, estos animales son carnívoros y se alimentan de otras especies, como cnidarios, esponjas, percebes y acídidos. Sin embargo, hay babosas de mar que se alimentan de huevos de otros nudibranquios e incluso de individuos adultos de la misma especie.
Sin embargo, también es habitual que cada especie se alimente sólo de un tipo de presa. Además, este animal posee una estructura llamada rádula, común entre los moluscos, que favorece su alimentación. En resumen, se trata de un órgano en forma de cuchilla situado en la cavidad bucal, recubierto de dentículos que raspan y desgarran el tejido de la presa.
¿Cómo respiran?
En el caso de las branquias, éstas se encuentran en la parte externa del cuerpo y dispuestas a lo largo, o sólo alrededor del ano. Sin embargo, las especies que realizan el intercambio gaseoso lo hacen a través de la pared corporal.
Ver también: Teofanía, ¿qué es? Características y dónde encontrarlaAdemás, la babosa de mar tiene quimiorreceptores, o rinóforos, que contribuyen a la identificación de sustancias químicas en el agua. Así, estas estructuras ayudan en el intercambio de gases, pero también participan en la captura de presas y en la búsqueda de una pareja reproductora.
Sin embargo, hay especies raras que también pueden realizar la fotosíntesis, como la especie oriental Costasiella kuroshimae, Básicamente, son animales que realizan el proceso de respiración común en los vegetales, absorbiendo los cloroplastos de las algas que comen.
En otras palabras, son especies particulares que llevan a cabo el proceso de cleptoplastia, es decir, roban los cloroplastos de las plantas y, en consecuencia, la energía solar producida por estos organismos.
Reproducción de la babosa de mar
En general, las babosas de mar son hermafroditas, es decir, pueden producir tanto óvulos como espermatozoides. Sin embargo, tienen un sistema reproductivo que impide la autofecundación.
En consecuencia, es necesario que los nudibranquios copulen. En resumen, las dos especies se colocan una al lado de la otra y comparten una masa, donde se encuentran los espermatozoides, que poco después se introducen en la cavidad reproductora situada en la región anterior del cuerpo.
Ver también: Curiosidades biológicas: 35 datos interesantes sobre BiologíaBásicamente, los espermatozoides introducidos se almacenan en el interior del organismo receptor hasta que los óvulos maduran para fecundarlos. Mientras tanto, los óvulos se envuelven en una especie de moco que los mantiene unidos.
Esto ocurre hasta que la masa ovígera encuentra un sustrato donde adherirse y finalmente eclosionar. Finalmente, los huevos eclosionan y surgen nuevas especies. Sin embargo, no hay cuidados parentales y el desarrollo de las crías se produce rápidamente, ya que las especies pueden emerger de los huevos en fases avanzadas.
Sin embargo, el desarrollo puede ser más lento, sobre todo en el caso de las especies de babosas de mar que aún se encuentran en fase larvaria. En general, hay especies cuya reproducción dura segundos, mientras que otras duran horas o incluso días.
Defensa natural contra los depredadores
Por otro lado, la defensa de estas especies es un verdadero ejemplo de adaptación natural. Al no tener caparazón, las babosas de mar están expuestas a los depredadores, por lo que, para defenderse, se han adaptado de forma natural al hábitat en el que viven a modo de camuflaje.
Además, pueden nadar rápidamente para escapar, al contrario de lo que sugiere el nombre popular de babosa de mar. Es más, algunas especies segregan ácido sulfúrico y sustancias tóxicas cuando se exponen al peligro.
A pesar de su aspecto simpático y gracioso, hay babosas de mar que tienen estructuras urticantes similares a las de los cnidarios. Es decir, cuando un depredador intenta capturarlas, algunas especies disparan nematocistos, causando quemaduras y heridas al agresor.
En este sentido, investigadores y científicos marinos han analizado que algunas especies pueden indicar toxicidad a través de su coloración natural. De este modo, se asemejan a las ranas, anfibios que pueden ahuyentar a los depredadores con sustancias tóxicas, en un proceso similar al de las babosas marinas.
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Fuentes: Educación UOL
Imágenes: Pinterest