Las historias de terror han formado parte de la cultura social desde los inicios de la sociedad, desde los remotos milenios. Llenas de detalles y muy bien elaboradas, las historias de terror se contaban -y se siguen contando hoy en día- con la intención de asustar a la gente.

Es cierto que, al principio, asustar a la gente no era sólo una broma, sino también una forma de protegerla de diversas situaciones, incluidas sus propias creencias.

Por supuesto, en tiempos en los que no existía la confirmación científica ni la comprensión del mundo que tenemos hoy, no es de extrañar que tantas historias hayan sobrevivido y se recuerden hasta nuestros días.

Para recordar algunos de ellos, hemos seleccionado estos

Historias de terror que quitan el sueño a cualquiera

1 - La casa de la muerte

La casa de la muerte se encuentra en Nueva York (EE.UU.). Fue construida en 1874 y, mucho tiempo después, dividida en pisos. Se dice que en ella viven 22 espíritus, entre ellos el famoso escritor Mark Twain, que vivió allí durante un año.

Los que cuentan esta historia dicen que es posible verle acompañado de su gato. Los inquilinos de los pisos han narrado diversas experiencias vividas en el edificio. Entre ellos está Jan bryant Bartell, una chica que se mudó allí con su compañero en 1957.

Desde el primer día, Jan sintió una presencia extraña en la casa, sintiéndose extraña y observada. Una noche, cuando iba a la cocina a por un vaso de agua, oyó pasos detrás de ella, pero al girarse no vio a nadie. Al darse la vuelta, sintió que alguien le rozaba el cuello.

Este fue el primero de los episodios que le ocurrieron varias veces, así que empezó a escribir un diario de todas sus experiencias allí. Días después, un olor horrible empezó a emanar del suelo.

Un día Jan estaba cuidando la casa cuando vio una extraña figura humana, una sombra oscura con la silueta de un hombre muy alto y fuerte, fue a la otra habitación y al verlo soltó un fuerte grito, la sombra estaba allí.

Perseguía a Jan allá donde fuera. Alargó la mano para tocarla y sintió frío en las yemas de los dedos, describiéndola como una sustancia sin sustancia. Al cabo de unos años, la pareja decidió mudarse, pero Jan escribió que aquella sombra la persiguió durante el resto de sus días.

Jan murió en extrañas circunstancias, tal vez incluso se suicidó. Sus amigos publicaron su libro "Spindrift: spray from a psychic sea", en el que relata los horrores vividos en aquella casa.

Unos años más tarde, en 1987, una niña murió en el mismo edificio, a consecuencia de un golpe propinado por su padre. Hoy, el edificio está vacío, pero sus vecinos aseguran que allí habita una presencia maligna.

Un fotógrafo que vive enfrente dice que muchas modelos acuden a él para hacerse fotos, pero acaban marchándose aterrorizadas del lugar porque ven el espectro de una mujer malvada y nunca vuelven.

¿Recuerdas Smile.jpg, es real esta popular historia de internet?

2 - Elisa Lam y Hotel Cecil

La joven Elisa Lam hizo un viaje, sin retorno, para visitar Estados Unidos en 2013. Era hija de inmigrantes chinos y vivía en Canadá con su familia. Acababa de terminar la universidad y se disponía a irse a vivir con su novio.

Era una chica muy dulce, amable, simpática y sociable. Antes de iniciar una nueva etapa en su vida, quiso viajar. Y así llegó a Los Ángeles (EE UU), donde se alojó en el viejo y barato Hotel Cecil.

Como cualquier turista joven que quiere ahorrar dinero, solía viajar en transporte público. El personal del hotel la describió como una chica muy simpática.

Pocos días después dejó de enviar noticias a su familia. Había desaparecido. Sus cosas estaban en su habitación, pero no pudieron encontrar ningún rastro de la chica.

Sus padres se trasladaron a Estados Unidos para investigar la desaparición de su hija y celebraron numerosas ruedas de prensa, sin éxito.

La policía solicitó los vídeos de las cámaras de seguridad del hotel y lo que vieron fue tan aterrador como incomprensible. En las imágenes se apreciaba un comportamiento extraño en la niña.

Huía de "algo invisible" por los pasillos, entraba en los ascensores para intentar esconderse, se inclinaba para asegurarse de que no la perseguían, pero en la grabación no se veía a nadie más.

La policía concluyó que Elisa estaba bajo los efectos de las drogas o el alcohol, o que había sufrido un episodio esquizofrénico. Sus padres no estaban de acuerdo con ninguna de las dos hipótesis.

Pasó el tiempo y la investigación continuó. Mientras tanto, en el hotel Cecil's, los clientes empezaron a quejarse de que, cuando se duchaban, el agua salía negra y olía muy mal.

Un empleado subió a la azotea para comprobar los cuatro depósitos de agua. Cuando abrió el depósito, vio que el agua estaba verde y negra, de allí salía un hedor insoportable. El cadáver de Elisa estaba allí dentro. Los huéspedes habían bebido y consumido esa agua.

Cuando llegaron los bomberos para sacar el cuerpo de Elisa, ninguno de ellos consiguió atravesar la pequeña puerta de entrada al tanque. Y se preguntaron cómo había podido pasar un cuerpo por ese minúsculo agujero. Tuvieron que cortar el tanque para sacar el cuerpo de la chica.

Los forenses no encontraron rastros de tortura, por lo que la policía determinó que había sido un suicidio.

El Hotel Cecil se construyó en 1917 y desde entonces ha sido escenario de varios asesinatos y suicidios, así como el hogar de dos asesinos en serie. Muchos huéspedes afirman haber sentido la presencia de entidades malignas en el recinto.

3 - Los juguetes asesinos eran reales

¿Conoces el clásico de terror "Juguetes asesinos"? Se estrenó en 1988 y a día de hoy se recuerda como una de las películas de terror más terroríficas de los años 80.

La película cuenta la historia de una madre que regala una muñeca a su hijo. Entonces se revela que esta muñeca está poseída por un asesino en serie, y hace cosas malas para culpar al niño.

El final de la narración encaja bien con su título. La cuestión es que esta película se basa en parte en una historia real, que tuvo lugar en 1900, en Cayo Hueso, Florida (EE.UU.).

Gene Otto era un niño solitario al que le regalaron un muñeco al que llamó Robert, y empezó a pasar mucho tiempo con el juguete.

Lo vestía como él mismo, dormía con él y hacía que el muñeco se sentara con la familia a la hora de comer.

Según la leyenda, la situación se volvió realmente extraña cuando una de las criadas se enfadó con sus jefes por haber sido tratada injustamente. Como consecuencia, lanzó un hechizo vudú para que el muñeco cobrara vida.

Después de este episodio, los padres de Gene le oían hablar con Robert y la marioneta le respondía con un timbre de voz siniestro. Además, los objetos de la casa empezaron a romperse y a desaparecer, lo que hizo que Gene culpara a Robert de los hechos.

Los padres del niño se asustaron por todo lo que estaba ocurriendo y tiraron el muñeco al desván, con lo que Robert quedó olvidado para siempre. O casi. Cuando los padres de Gene murieron, el niño -entonces un adulto- recuperó el muñeco.

Se rumorea que ambos -Gene y Robert- cenaban juntos todas las noches. Debido a la extraña historia que envuelve a la familia y al muñeco, Robert fue entregado al museo de la ciudad, dadas las circunstancias.

4 - Gloomy Sunday, la canción del suicidio

La historia de esta canción dice que se la ha culpado de más de 100 suicidios, en las situaciones y circunstancias más diversas.

La canción es de 1930 y se hizo muy popular en Hungría, uno de los países con mayor número de suicidios del mundo.

Nadie puede decir si realmente posee poderes sobrenaturales, pero es seguro que posee un contenido extremadamente fúnebre.

La historia de esta canción es tan notable que sirvió de inspiración para dos conocidas películas japonesas: "El club de los suicidas" y "La canción del suicidio".

Ambas narraciones hablan de canciones que estimulan a la gente a suicidarse, como si se tratara de algo hipnótico.

Son películas muy parecidas, hasta el punto de que piensas "quién copia a quién".

Aparte de la narrativa, lo que realmente tienen en común es la música de Rezso Seress, que también se suicidó.

Fuente: Increíble, Megacurioso