¿De qué color es el sol y por qué no es amarillo?

 ¿De qué color es el sol y por qué no es amarillo?

Tony Hayes

Investigaciones y estudios analizan el color del Sol para saber si realmente es naranja o amarillo. En general, los dibujos infantiles y las proyecciones tecnológicas alternan entre estas dos tonalidades, pero ¿es ésta realmente la realidad de nuestra mayor estrella? ¿Tiene el Sistema Solar como protagonista a una gran bola de fuego naranja y amarilla?

A primera vista, estudios recientes y análisis minuciosos realizados por expertos han demostrado que el Sol es una mezcla de todos los colores que imaginábamos. Al ser un cuerpo incandescente, la estrella emite luz en un espectro continuo de colores, por lo que se estima que todos los colores del espectro visible están presentes en el Sol, desde el rojo hasta el añil y el violeta.

Básicamente, un arco iris es la propia luz solar pasando a través de gotas de agua en la atmósfera. De este modo, el agua actúa como imprimación, extendiendo el espectro en la forma del fenómeno. Sin embargo, no es correcto decir que el Sol es multicolor, así que no lo pintes como si fuera un arco iris redondo.

Sobre todo, se estima que la mezcla de todos los colores forma el blanco. Por tanto, la respuesta a cuál es el color del Sol sería precisamente el blanco, porque ése es el color que emite a partir de la mezcla de todos los demás. En general, vemos el Sol amarillo por una cuestión muy simple de espectro solar y teoría del color.

Comúnmente, cada color tiene una longitud de onda diferente y específica, por lo que se estima que en un extremo está el rojo, con la onda más larga, y en el otro el violeta, con la onda más corta. Pero tranquilízate y ven a entenderlo mejor a continuación:

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¿De qué color es el Sol?

En resumen, es como si el color del Sol fuera un abanico, o una paleta de colores, en la que cada color tiene una longitud de onda más corta. Como consecuencia, los fotones, que son las unidades básicas del Sol, se dispersan más y se agitan más, en comparación con las ondas más largas, por lo que predominan el rojo, el naranja y el amarillo, respectivamente.

Sin embargo, si miráramos nuestra estrella desde el espacio, probablemente la veríamos en blanco y no como un caleidoscopio de colores. Sobre todo, las ondas de color llegan al cerebro en la corteza visual, que procesa la información procedente del ojo.

En otras palabras, la respuesta a de qué color es el Sol varía, porque en teoría es una estrella con emisión multicolor, pero a ojos humanos sería blanca.

En cambio, cuando los rayos solares entran en la atmósfera terrestre, las sustancias que protegen el planeta distorsionan los fotones. Aunque en el espacio no hay interferencias, al entrar en contacto con las moléculas de la atmósfera terrestre, la situación cambia. Poco después, las ondas más largas nos llegan antes, prevaleciendo el color amarillo por tener una onda media.

Por otro lado, se estima que una observación con instrumentos especiales permitiría una distinción superior a la de los ojos humanos. De este modo, veríamos que la radiación verde es la más intensa entre los colores del Sol, pero tiene una diferencia mínima.

¿Qué ocurre a primera hora de la mañana y a última de la tarde?

Ante todo, el amanecer y el atardecer son acontecimientos de ilusión óptica. Sobre todo, se producen por la interacción entre los rayos de este astro y la atmósfera terrestre. Así es, del mismo modo que los rayos solares sufren interferencias cuando entran en la Tierra, esta relación afecta a la percepción del color del Sol a lo largo del día.

Básicamente, en estos dos momentos, el sol se encuentra en su punto más cercano al horizonte. Como consecuencia, los rayos solares atraviesan un inmenso número de moléculas de la atmósfera, sobre todo si se compara con otros momentos del día. A pesar de ello, lo que se produce es un mayor bloqueo de los colores fríos del espectro.

Además, los expertos explican que existe una relación directa con la posición de la estrella respecto a nuestro planeta, es decir, la dispersión Rayleigh en la que la dispersión de la luz se produce por partículas mucho más pequeñas que la longitud de onda.

Por lo tanto, es como si la atmósfera terrestre fuera una gota de agua por la que pasa la luz del sol antes de la formación del arco iris. Sin embargo, la formación química de esta capa provoca la dispersión de estos colores, y sólo recibimos una parte. Además, al amanecer o al atardecer, lo que ocurre es que esta dispersión se hace más intensa porque las gotas de agua son más pequeñas.

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Tony Hayes

Tony Hayes es un renombrado autor, investigador y explorador que ha pasado su vida descubriendo los secretos del mundo. Nacido y criado en Londres, Tony siempre ha estado fascinado por lo desconocido y misterioso, lo que lo llevó en un viaje de descubrimiento a algunos de los lugares más remotos y enigmáticos del planeta.A lo largo de su vida, Tony ha escrito varios libros y artículos superventas sobre temas de historia, mitología, espiritualidad y civilizaciones antiguas, basándose en sus extensos viajes e investigaciones para ofrecer una visión única de los secretos más importantes del mundo. También es un orador solicitado y ha aparecido en numerosos programas de radio y televisión para compartir su conocimiento y experiencia.A pesar de todos sus logros, Tony se mantiene humilde y con los pies en la tierra, siempre ansioso por aprender más sobre el mundo y sus misterios. Continúa su trabajo hoy, compartiendo sus ideas y descubrimientos con el mundo a través de su blog, Secrets of the World, e inspirando a otros a explorar lo desconocido y abrazar la maravilla de nuestro planeta.