No es exagerado decir que la historia de la humanidad ha vivido momentos tan terribles que pueden compararse con el infierno. Un ejemplo clásico de ello es el período de la Segunda Guerra Mundial, cuando Hitler comandaba el nazismo y sus filosofías demoníacas. De hecho, uno de los símbolos más tristes de esta época son los campos de concentración y las muertes en las cámaras de gas, donde innumerables judíos fueron asesinadosdurante un "baño".

Fueron conducidos a una sala común, creyendo que se darían un inocente baño, recibirían ropa limpia y serían llevados con sus familiares, pero en realidad los niños, los ancianos, los enfermos y todos aquellos que no estaban en condiciones de trabajar fueron expuestos al agua que caía de las duchas por encima de sus cabezas y a un gas terrible y letal llamado Zyklon-B.

Sin olor que denunciara su presencia, el Zyklon-B fue el verdadero villano de las cámaras de gas nazis y el verdadero responsable de poner en práctica el deseo de Hitler de un genocidio rápido y eficaz, para "limpiar las razas" e impedir que los judíos siguieran reproduciéndose.

(La foto muestra la cámara de gas del campo principal de Auschwitz)

Según el Dr. Sven Anders, médico forense de la Universidad de Hamburgo-Eppendorf, que describió detalladamente los efectos del Zyklon-B y cómo se produjeron las muertes en las cámaras de gas después de que los nazis fueran juzgados por sus crímenes en la Segunda Guerra Mundial, el gas era al principio un pesticida, utilizado principalmente para eliminar los piojos e insectos de los prisioneros.

Muerte en las cámaras de gas

Pero los nazis no tardaron en descubrir el potencial mortífero del Zyklon-B. Según Sven Anders, las pruebas con el gas letal en las cámaras de gas comenzaron en septiembre de 1941. 600 prisioneros de guerra y 25o enfermos fueron asesinados de inmediato.

Para convertirlo en mortífero, se introducía en compartimentos metálicos, para calentarlo y generar vapor. Todo el proceso de ejecución duraba unos 30 minutos de combustión. Después, los extractores succionaban el gas de las cámaras de gas para poder retirar los cadáveres.

Además, en las cámaras de gas morían primero las personas más altas, porque el gas, al ser más ligero que el aire, se acumulaba primero en los espacios superiores de la cámara. Sólo al cabo de un tiempo los niños y las personas más bajas empezaban a sufrir los efectos del gas, normalmente después de haber presenciado la muerte amoniacal de sus familiares y de la mayoría de los adultos que se encontraban en el interior del lugar.

Los efectos del gas

El gas utilizado provocaba convulsiones violentas y dolor extremo, ya que el Zyklon-B atacaba el cerebro y producía infartos nada más ser inhalado, bloqueando la respiración celular.

(En la imagen, las paredes arañadas de la cámara de gas de Auschwitz)

En palabras del médico: "Los síntomas comenzaron con una sensación de ardor en el pecho similar a la que causa el dolor espasmódico y a la que se produce durante los ataques epilépticos. La muerte por paro cardíaco se produjo en cuestión de segundos. Era uno de los venenos de acción más rápida".

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Fuente: Historia