Astreia es considerada una diosa virgen de la justicia, pero no forma parte del famoso panteón de dioses griegos. Básicamente, los mitos sobre su historia afirman que habitó en la Tierra con la humanidad durante la llamada Edad de Oro. Sin embargo, se alejó del mundo con el auge de la corrupción y el mal en la posterior Edad de Bronce en Grecia.

A pesar de ello, Zeus la colocó entre las estrellas, en la constelación de Virgo. De este modo, Astreia se consolidó como una de las últimas entidades inmortales que vivieron entre los humanos, incluso antes de que existieran los mitos con semidioses. Además, la diosa de la justicia está asociada al ideal de inocencia y pureza.

Se la suele representar con alas, una aureola brillante y una antorcha encendida, pero en otras versiones lleva una balanza en una mano y una espada en la otra, lo que la simboliza como representante de la justicia. También hay representaciones en las que porta el rayo de Zeus, símbolo de la justicia divina.

Mito de Astreia

En primer lugar, la llamada Edad de Oro se refiere a un periodo en el que no había guerras, crímenes ni catástrofes. Así, los hombres vivían en armonía entre sí y con la naturaleza. Durante este periodo, Astreia estaba entre los seres humanos, enseñándoles las leyes y la justicia.

Sin embargo, los hombres empezaron a volverse codiciosos, a pesar de que la naturaleza les entregaba todos los recursos y los dioses vivían en paz con los humanos. En resumen, la gente empezó a renegar de los dioses y a actuar como dueños de su propio destino. Como consecuencia, Zeus se enfadó con los hombres y determinó el fin de la Edad de Oro.

Así, el dios de los dioses intervino en el orden natural de las cosas, de modo que las estaciones serían más duras, la juventud tendría un límite y lo mismo ocurriría con los recursos naturales. Como amaba a los seres humanos y se sintió profundamente herida por el desarrollo de este proceso, Astreia se refugia en las montañas. A pesar de ello, sigue ofreciendo consejo a quienes lo buscan.

Sin embargo, los seres humanos descubren la guerra y crean el caos durante la Edad de Hierro, llena de conflictos armados. Los hombres abandonan toda noción de honor, igualdad y solidaridad. Ante esta situación, Astreia decide abandonar la humanidad y refugiarse en el cielo, siendo transformada en la constelación de Virgo por Zeus.

Además, Astreia también representa la constelación de Libra, con la figura de la balanza que representa el equilibrio y la reflexión.

Simbolismo y representación

En general, el mito de Astreia conecta a los individuos con la noción de justicia y equilibrio. Más allá de los símbolos que representan a esta figura mitológica, la propia historia recorre periodos de armonía, respeto y paz. En general, la trayectoria de la diosa de la justicia hasta convertirse en la constelación de Virgo está relacionada con los ideales de pureza e inocencia.

A pesar de ello, el mito en sí no habla de un retorno a la Edad de Oro, sino de un esfuerzo por buscar el equilibrio entre la paz y la guerra. En este sentido, Astreia no representa la perfección ni el bienestar absoluto, sino el punto de equilibrio entre el bien y el mal.

Por otro lado, la diosa de la justicia también representa la conexión con los principios más básicos, como la propia fe humana. De este modo, el hecho de que viviera entre los hombres enseñándoles las leyes y la justicia crea una imagen maternal y fraternal. Aunque se la consideraba la última Inmortal en convivir con los seres humanos, Astreia actuaba como contrapeso de las pasiones mortales.

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Fuentes: Fantasy

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