A principios de la década de 1980, Wayne Williams era un fotógrafo independiente de 23 años que también se describía a sí mismo como promotor musical de Atlanta. Se convirtió en sospechoso de una serie de asesinatos de adolescentes y niños cuando un equipo de vigilancia lo encontró cerca de un puente en la madrugada del 22 de mayo de 1981, tras oír un fuerte ruido.

En ese momento, los agentes vigilaban el lugar porque algunos de los cadáveres de las víctimas de asesinato habían aparecido en el río Chattahoochee.

Durante casi dos años, concretamente desde el 21 de julio de 1979 hasta mayo de 1981, 29 asesinatos aterrorizaron a la ciudad de Atlanta (Georgia). La mayoría de las víctimas de los brutales crímenes eran chicos negros, adolescentes e incluso niños. Así, Wayne Williams fue detenido por las autoridades en 1981, cuando las fibras encontradas en una de las víctimas coincidieron con las halladas en el coche eCasa Williams.

¿Quién es Wayne Williams?

Wayne Bertram Williams nació el 27 de mayo de 1958 en Atlanta. Sin embargo, poco se sabe de sus primeros años de vida, pero su andadura en el mundo del crimen comenzó el 28 de julio de 1979, cuando una mujer de Atlanta encontró dos cadáveres escondidos bajo unos arbustos junto a la carretera. Ambos eran niños y negros.

La primera fue Edward Smith, de 14 años, cuya desaparición se había denunciado una semana antes; le dispararon con una pistola del calibre 22. La otra víctima, Alfred Evans, de 13 años, había sido dada por desaparecida tres días antes. Sin embargo, a diferencia de la otra víctima, Evans fue asesinado por asfixia.

Al principio, las autoridades no se tomaron muy en serio el doble homicidio, pero luego el recuento de cadáveres empezó a aumentar. Así, a finales de 1979 hubo tres víctimas más, con lo que la cifra ascendió a cinco. Además, en el verano del año siguiente, nueve niños habían muerto.

Inicio de las investigaciones sobre los asesinatos

A pesar de los esfuerzos de las autoridades por resolver los casos, todas las pistas que empezó a seguir la policía local resultaron vacías. Más tarde, con la aparición de un nuevo asesinato de una niña de siete años, el FBI entró en la investigación. Así, John Douglas, un miembro del FBI que había entrevistado a asesinos en serie como Charles Manson, intervino y proporcionó el perfil de un posible asesino.

Así que, ante las pistas que planteaba Douglas, creyó que el asesino era un hombre negro y no blanco. Entonces teorizó que si el asesino tenía que encontrarse con niños negros, tendría que tener acceso a la comunidad negra, ya que los blancos en aquella época no podían hacerlo sin levantar sospechas. Así que los investigadores empezaron a buscar un sospechoso negro.

La conexión de Wayne Williams con los asesinatos en serie

En los primeros meses de 1981, se encontraron un total de 28 cadáveres de niños y jóvenes en la misma zona geográfica. Como algunos de los cadáveres se recuperaron del río Chattahoochee, los investigadores empezaron a vigilar 14 de los puentes que se encontraban a lo largo del mismo.

Sin embargo, un descubrimiento importante en el caso se produjo a primera hora de la mañana del 22 de mayo de 1981, cuando los investigadores oyeron un ruido en el río mientras vigilaban un puente concreto. Poco después, vieron pasar un coche a gran velocidad y, tras perseguirlo y detenerlo, encontraron a Wayne Williams sentado en el asiento del conductor.

Sin embargo, en ese momento las autoridades no tenían pruebas para detenerlo, por lo que lo dejaron en libertad. Sólo dos días después de liberar al fotógrafo, apareció en el río el cadáver de Nathaniel Carter, de 27 años.

Detención y juicio de Wayne Williams

El 21 de junio de 1981, Wayne Williams fue detenido y, en febrero siguiente, fue declarado culpable de los asesinatos de Carter y de otro joven, Jimmy Ray Payne, de 21 años. La condena se basó en pruebas físicas y relatos de testigos presenciales, por lo que fue condenado a dos cadenas perpetuas consecutivas.

Una vez finalizado el juicio, los agentes señalaron que las pruebas sugerían que Williams estaba probablemente relacionado con 20 de las otras 29 muertes que el grupo de trabajo estaba investigando. De hecho, la secuenciación del ADN de los cabellos encontrados en diferentes víctimas reveló una coincidencia con el propio cabello de Williams con un 98% de certeza. Sin embargo, la ausencia de ese 2% fue suficientepara evitar nuevas condenas, y sigue siendo sospechoso a día de hoy.

Williams tiene actualmente algo más de sesenta años y cumple dos cadenas perpetuas. En 2019, la policía de Atlanta anunció que reabriría el caso, pero Williams emitió un comunicado en el que reiteraba que es inocente de cualquier delito relacionado con los asesinatos de los niños en Georgia.

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Fuentes: Aventuras na História, Galileu Magazine, Superinteressante

Fotos: Pinterest