Tiburón y cazón: diferencias y por qué no comprarlos en la pescadería
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Básicamente, el tiburón y el cazón son exactamente el mismo animal. Estos peces tienen un esqueleto cartilaginoso y un cuerpo hidrodinámico.
De hecho, es posible encontrar más de 470 especies de mielgas, o tiburones, en todo el mundo. En Brasil, sin embargo, sólo hay 88.
Al estar subdivididos en numerosas especies, es posible encontrar tiburones de diversos tamaños y formas. Por ejemplo, el tiburón linterna, es considerado el más pequeño del mundo, con 17 centímetros de longitud.
También existe el tiburón ballena, considerado el pez más grande del mundo, con más de 12 metros de longitud.
Sin embargo, estos animales, que existen desde hace más de 450 millones de años, están en vías de extinción, ya que el comercio desenfrenado de su carne y aletas va en aumento.
Sobre todo, es importante subrayar que su importancia para el ecosistema marino es gigantesca, pero de esto se hablará más adelante.
Características
Flotabilidad
Sobre todo, es importante señalar que el cazón tiene un cartílago flexible y duradero, que puede tener la mitad de densidad que el hueso, lo que reduce el peso del esqueleto y, en consecuencia, ahorra energía.
Sobre todo, los tiburones o mielgas, a diferencia de los peces óseos, no tienen vejigas llenas de gas. Precisamente por eso, no flotan como la mayoría.
Dependen de un hígado grande, que está lleno de aceite de escualeno (un compuesto orgánico producido por todos los organismos superiores). Su hígado representa el 30% de su masa corporal.
Vista, olfato y oído
A priori, la visión de estos animales es similar a la de muchos otros peces, ya que también son miopes. Además, su visión se adapta mejor a distancias de 2 y 3 metros, aunque también puede utilizarse para distancias de hasta 30 metros, incluso con un menor grado de definición.
Su olfato se considera su mejor arma. Incluso permite a los tiburones identificar sustancias muy diluidas en el agua, como gotas de sangre a 300 metros en medio del océano.
Por su parte, el oído del cazón, concretamente el oído interno, es responsable del equilibrio y de la detección de vibraciones de baja frecuencia. De hecho, su sensibilidad a las vibraciones es enorme, tanto que puede percibir el sonido de un pez forcejeando a una distancia de entre 250 y 1.500 metros.
Los "temidos" dientes
A priori, los dientes de las pintarrojas se sustituyen constantemente a lo largo de su vida. Básicamente, pierden una media de 6.000 dientes al año. En total, tienen unos 30.000 dientes a lo largo de su vida.
Otra característica importante es el hecho de que sus dientes están incrustados en las encías y no fijados directamente en el hueso maxilar. Además, cuando se sustituyen, algunos dientes empiezan a crecer en la parte interna de la mandíbula y progresan como una "escalera mecánica".
Reproducción
A priori, la reproducción de estos animales es extremadamente lenta, hasta el punto de que el tiempo de gestación puede alcanzar los dos años.
También tienen una madurez sexual tardía. Sus ciclos reproductivos, por ejemplo, son muy largos y la fertilidad de la especie es baja.
Otra curiosidad que podemos destacar es el hecho de que nunca se sabe con certeza el número de crías que pueden tener, porque depende de la especie: varía desde un tiburón tigre, por ejemplo, hasta 300 tiburones ballena a la vez.
¿Es agresivo el cazón?
A priori, ante las innumerables películas que tratan de la "masacre" de humanos por tiburones, quienes las ven empiezan a creer que estos animales pueden ser extremadamente peligrosos.
Incluso en la década de 1970, después de que Steven Spielberg estrenara la película "Tiburón", los tiburones pasaron a ser vistos como "enemigos a los que había que masacrar".
Sin embargo, es importante señalar que tanto la reputación del tiburón "agresivo" como la del tiburón "adorable" pueden considerarse poco realistas, porque a los animales, en general, sólo les preocupa sobrevivir y nada más.
La importancia de la mielga en el ecosistema marino
A priori, los tiburones o mielgas son grandes depredadores, por lo que se encuentran en la cima de la cadena alimentaria. En consecuencia, tienen la función de mantener el equilibrio en el ecosistema marino.
Tanto es así que en la bahía de Chesapeake, en el estado norteamericano de Virginia, la disminución del número de estos depredadores provocó una explosión de la población de rayas, que acabaron con los crustáceos, considerados un importante recurso pesquero.
Además, estos animales se alimentan de peces e invertebrados considerados menos aptos para la supervivencia, con lo que garantizan una mayor salud a las poblaciones de peces de todo el mundo.
También pueden ayudar a alimentar a los buitres, que se comen los restos de sus presas.
En consecuencia, delimitan los espacios para cada animal en el mundo acuático. Por ejemplo, las presas se mantendrán alejadas de los espacios dominados por ellos.
En general, las pintarrojas son capaces de comer de forma eficiente. Es decir, se comen más peces viejos, enfermos o lentos de una población. Esto es importante porque hace que la población esté más sana. Es decir, como se comen a los peces enfermos, evitan la propagación de enfermedades en el cardumen y previenen brotes que podrían ser devastadores.
Además, ayudan a evitar que las poblaciones marinas sean demasiado numerosas, por lo que también impiden que las superpoblaciones dañen el ecosistema. Por lo tanto, la eliminación de estos animales podría perturbar toda la cadena e incluso provocar su colapso.
Los tiburones podrían desaparecer en las próximas décadas
Es importante tener en cuenta que la esperanza de vida de estos animales puede variar según la especie. Por ejemplo, la mayoría de ellos viven entre 20 y 30 años. Sin embargo, la mielga o el tiburón ballena pueden llegar a vivir más de 100 años.
Sin embargo, esta esperanza de vida se está viendo sacudida por algunas actividades humanas, hasta el punto de que el 40% de las especies de mielgas están amenazadas de extinción y, según Oceana, organización que lleva a cabo proyectos de protección de la vida marina, 100 millones de estos animales mueren cada año a manos del hombre.
Esto ocurre precisamente debido a la pesca industrial y deportiva y a la sobrepesca, que crecen día a día en Brasil y en el mundo. Sobre todo, estas actitudes están eliminando a los tiburones y, en consecuencia, desestructurando el ecosistema marino más importante, que son los corales.
Aletas de tiburón
Ver también: Moais, ¿qué son? Historia y teorías sobre el origen de las estatuas gigantesA priori, la comercialización y la pesca industrial son actividades frecuentes entre los pescadores. Así, cabe destacar que entre esta comercialización también se encuentra la venta de aletas de tiburón. De hecho, cada uno de estos animales tiene unas ocho aletas.
En general, estas aletas son más demandadas en los países asiáticos, donde se utilizan para preparar sopas, y Brasil es uno de los países que más vende la aleta a estos países.
Además de las aletas, algunas personas también tienen la costumbre de consumir la carne de estos animales. Un detalle muy curioso es que esta carne es extremadamente barata en Brasil.
Sin embargo, esta carne puede no ser buena para la salud, ya que los tiburones consumen innumerables tipos de animales, al encontrarse en la cima de la cadena alimentaria, por lo que se produce el proceso de bioacumulación.
El selenio y el mercurio, por ejemplo, son algunos de los metales que suelen encontrarse en la carne de tiburón y que pueden causar problemas neurológicos.
En cualquier caso, ¿qué le ha parecido el artículo sobre el cazón y su importancia para la vida marina?
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Fuentes: Lucia Malla, Revista Galileu, Estadão
Imágenes: Estadão, Planeta Magazine, Blog do peludinho, Blog do Aqua Rio, Wikipedia, Torre forte, Info escola, Estudando a biologia, Giz modo, Slide
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