Temperamento colérico - Características y vicios conocidos
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Junto con el sanguíneo, el flemático y el melancólico, el temperamento colérico forma el grupo de los cuatro temperamentos humanos. Definidos por primera vez por Hipócrates, clasifican algunos comportamientos, actitudes y personalidades.
Entre los siglos V y IV a.C., el filósofo propuso la división de los temperamentos en cuatro tipos, en un sistema reconocido y utilizado hasta hoy por algunas corrientes de análisis del comportamiento y del temperamento.
Entre los cuatro temperamentos conocidos, el colérico destaca por ser fuerte e intenso.
Temperamento colérico
El temperamento colérico está marcado por el emento fuego, es decir, tiene mucha energía, lo que reúne, por ejemplo, un conjunto de cualidades útiles para entornos en los que se requiere mucho liderazgo o proactividad.
Por su energía y disposición, los Coléricos son muy prácticos y decididos a orientar decisiones y planificaciones viables y equilibradas. Además, esta practicidad se centra en valores productivos y objetivos, lo que puede ser positivo en situaciones en las que hay que dejar de lado lo emocional.
A partir de ahí, por ejemplo, eres capaz de blindarte contra el malestar en situaciones que son necesarias, pero que pasan por compasivas o emocionales.
Desventajas del temperamento colérico
La alta concentración de energía y disposición también puede generar escenarios de impaciencia e impulsividad. Del mismo modo, la poca inversión en la parte emocional también puede generar momentos de insensibilidad e indiferencia hacia los sentimientos de los demás.
En estos escenarios, por ejemplo, pueden darse episodios de intolerancia o incluso de manipulación, que suelen surgir debido a la falta de control y dominio de la combatividad y la agresividad.
Cuando no se controla, el temperamento colérico puede generar irritación, inflexibilidad y comportamientos tiránicos. Aunque no muestra la ira con la misma intensidad que el temperamento sanguíneo, puede generar problemas en las relaciones.
Relaciones con otros grupos.
Generalmente, el temperamento colérico se manifiesta en la infancia a través de acciones emotivas, sociables y explosivas. Según el desarrollo y la educación, puede generar niños difíciles de manejar, pero también individuos independientes que no necesitan a los adultos.
Ver también: Los insectos más grandes del mundo: 10 animales que sorprenden por su tamañoEsta rebeldía natural ayuda a desarrollar la exploración y la independencia, pero también puede chocar con la rebeldía de las autoridades, ya sea en casa o en otros entornos, como la escuela.
Esto se debe a que los grupos se complementan entre sí, desde los extremos de la calma y la agresividad o la indecisión y el liderazgo.
Cómo optimizar el temperamento
Frente a los efectos opuestos positivos y negativos del temperamento colérico, es importante equilibrar las acciones extremas para no crear escenarios de malestar.
Si por un lado la proactividad y la energía pueden representar protagonismo y resultados positivos, también pueden generar actitudes que no favorezcan las buenas relaciones interpersonales, perjudicando las conexiones en el entorno.
Ver también: Zeus: conozca la historia y los mitos de este dios griegoEl primer paso para intentar reducir esas fricciones podría ser, por ejemplo, tomarse un momento para pensar antes de actuar con demasiada energía. Además, es importante observar quién y qué hay a nuestro alrededor, siendo conscientes de lo que los demás tienen que aportar en el proceso.
Concertar una cita con un terapeuta también puede ayudar a identificar y tratar los rasgos negativos del temperamento.
Fuentes : Levmente, Educa Mais, Para reflexionar, Educa Mais
Imágenes : Inc, Dee O'Connor, Free at Last, Michigan State University, BBC