Las taturanas son insectos que forman parte del orden de los lepidópteros. Según el origen del nombre -lepido significa escamas, y ptera, alas-, son los animales que tienen las alas cubiertas de escamas. En otras palabras, las taturanas son las formas de uno de los estadios vitales de insectos como las mariposas y las polillas.

Estas orugas también se conocen como orugas de fuego, saiú, taturana-gatinho, mandarová, marandová y mandrová, entre otras. El nombre taturana procede de la lengua india. Según los nativos brasileños, tata es fuego y rana es similar, por lo que el nombre de la oruga significa similar al fuego.

Algunas especies tienen toxinas en la piel que pueden causar irritación, quemaduras e incluso la muerte en los seres humanos.

Hábitos

Al principio, las taturanas se encuentran en forma larvaria, sobre todo en árboles frutales. Las más pequeñas suelen hacer pequeños agujeros en las hojas de los árboles para alimentarse, mientras que las grandes se alimentan de los bordes. Por otro lado, hay algunas especies que también se alimentan de la fruta.

Además, dependiendo de la especie, estas orugas pueden tener hábitos diurnos o nocturnos. En general, las orugas de mariposa son más activas durante el día, y las de polilla, por la noche.

Para reproducirse, las hembras adultas ponen sus huevos en las hojas que sirven de alimento a su especie. De estos huevos nacen luego las larvas, que ya se alimentan de la cáscara del propio huevo.

Metaformosis

Poco después de eclosionar, las taturanas se alimentan de las hojas en las que viven. Sin embargo, en cuanto alcanzan su tamaño máximo dejan de alimentarse, ya que inician la fase de pupa o crisálida. En esta fase, las larvas fabrican capullos que pueden estar en el suelo o sujetos a ramas, así como hechos de seda, ramitas u hojas enrolladas.

Es durante esta fase cuando las orugas se transforman en adultos. Una vez completada la metamorfosis, el insecto bombea hemolinfa (la sangre del insecto) hacia sus extremidades. De este modo, se rompe el capullo y se despliegan las alas recién desarrolladas.

A pesar de la formación de las alas, éstas parecen blandas y abolladas, por lo que el cuerpo necesita más tiempo para desarrollarse. También es en este momento cuando puede producirse la malformación de las alas si se manipula a los insectos.

Una vez completamente formado, el insecto adulto es capaz de volar y reproducirse. Además, se alimenta de fluidos vegetales mediante un aparato bucal succionador.

Riesgo de taturanas

Algunas especies de taturana pueden suponer un riesgo para los animales y las personas. Aunque no es una característica de todas las especies, algunas tienen cerdas puntiagudas con veneno.

En contacto con la piel, este veneno puede provocar quemaduras graves y, según los casos, la muerte. En caso de accidente, lo mejor es buscar atención médica.

Generalmente, el contacto con las taturanas se produce al manipular ramas, troncos u hojas. En el sur de Brasil, por ejemplo, se han registrado más de mil casos en los últimos diez años, incluidas muertes.

Sin embargo, hay precauciones que pueden ayudar a evitar problemas. Al recoger fruta o acercarse a árboles y otras plantas, es importante observar si hay algún insecto en la zona. Lo mismo debe hacerse al podar las plantas. Es preferible llevar guantes gruesos y ropa de manga larga para proteger el cuerpo de posibles contactos.

Fuentes Ayuntamiento de São Paulo, G1, Ambiente Legal, Infobibos

Imágenes Olímpia 24h, Biodiversidad Teresópolis, Portal Tri, Coronel Freitas