Para entender qué es el gore es necesario conocer un poco más los géneros cinematográficos, especialmente el de terror. En este sentido, el gore se define como un subgénero del cine de terror, cuya característica básica es la presencia de escenas muy violentas y sangrientas.

También bajo el nombre de splatter, la representación gráfica de la sangre y la violencia es el pilar principal de este subgénero, por lo que se recurre a numerosos efectos especiales para presentarla lo más real posible. De este modo, tiene un gran interés por la vulnerabilidad del cuerpo humano, pero también por la dramatización de la mutilación humana.

Como consecuencia, la principal intención de este género es impactar y golpear al espectador, física, psicológicamente o ambas cosas. En general, el género abarca la literatura, la música, los juegos electrónicos y las artes, pero siempre con mucha controversia a su alrededor. Sobre todo, el formato de lo que es el gore para crear sensaciones desagradables genera mucha controversia sobre su producción y consumo.

Es decir, como está hecho desde su concepción para crear desesperación, ansiedad, miedo y pánico, hay una gran discusión sobre si es entretenimiento o no. Curiosamente, hay quien dice que es terror psicológico comercializable porque el foco de las obras no son las historias. En cambio, el gore se centra en explorar los límites humanos.

Origen del gore

En un principio, la definición de lo que es gore procede del cine splatter, término acuñado originalmente por el director George A. Romero, importante realizador y creador de películas de zombis. Curiosamente, en Estados Unidos existe un género específico para estas obras, y Romero se hizo famoso por sus producciones.

Como ejemplos de sus películas, se pueden citar La noche de los muertos vivientes (1968), El despertar de los muertos (1978) y La isla de los muertos (2009). En este sentido, acuñó el término splatter cinema, que más tarde se convertiría en lo que hoy es el gore. Sobre todo, la expresión surgió como autodenominación del género de su obra El despertar de los muertos, mencionada anteriormente.

A pesar de ello, los críticos negaron que se tratara de un género específico, ya que la obra de Romero tendría un sello más concreto de comentario social, por lo que, aunque presentara cantidades estratosféricas de sangre escenográfica, no pretendía ser atractiva. Sin embargo, a partir de ese momento se produjo un gran desarrollo de la idea, y el término se popularizó con el tiempo.

Como resultado, el concepto de gore se ha desarrollado aún más, especialmente en lo que respecta a su diferenciación de otros subgéneros de terror. Por ejemplo, el terror psicológico y el gore se diferencian en aspectos opuestos. Por un lado, el gore presenta violencia extrema, contenido perturbador, sangre y vísceras.

Por el contrario, el horror psicológico aborda pocas cuestiones visuales y perspectivas más imaginativas. En otras palabras, trabaja con la paranoia, las búsquedas mentales, la incomodidad y la mentalidad del espectador. Sin embargo, el gore está más cerca de la horror corporal que desprecia las violaciones del cuerpo humano, pero no abusa necesariamente del uso de la sangre en las escenas.

Curiosidades sobre el género

Como ejemplo de obras que son subgénero gore se pueden citar Banquete de sangre (1963), El albergue (2005) y Human Centipede (2009), pero hay producciones aún más modernas, como Grave (2016), en cuya proyección incluso hubo gente desmayándose en la sala de cine.

Por el contrario, el gore es un género muy común en los dibujos animados sádicos. Por ejemplo, Happy Tree Friends y Mr. Pickles muestran una enorme cantidad de sangre y el sufrimiento de los personajes de forma cómica. En otras palabras, es una estrategia de humor que utiliza la sátira y elementos macabros.

En cambio, cuando se piensa en los animes, la cosa cambia un poco porque hay un ambiente más aterrador y serio, y no ambientado en la comedia. En general, el gore es conocido sobre todo en los contenidos de la deep web, una zona de internet con contenidos ilegales, inmorales y aterradores.

En este sentido, también aumentan los contenidos de porno gore, en los que se combinan violencia gráfica e imágenes sexuales. Sobre todo, se trata también de materiales ilegales, cuya vigilancia va en aumento. Como consecuencia, se multiplican las polémicas en torno a este género.

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