Calendario azteca - Cómo funcionaba y su importancia histórica

 Calendario azteca - Cómo funcionaba y su importancia histórica

Tony Hayes

Estamos familiarizados con el calendario gregoriano, que tiene 365 días divididos en 12 meses. Sin embargo, existen otros calendarios repartidos por el mundo o que han existido en el pasado. Por ejemplo, el calendario azteca. En pocas palabras, el calendario azteca fue utilizado por la civilización que habitó la región de México hasta el siglo XVI.

Además, se compone de dos sistemas independientes de cómputo del tiempo. Es decir, constaba de un ciclo de 365 días llamado xiuhpōhualli (cuenta años) y un ciclo ritual de 260 días llamado tōnalpōhualli (cuenta días).

El primero se llama Xiuhpohualli, que es el calendario solar civil, orientado a la agricultura, y tiene 365 días divididos en 18 meses de 20 días. Por otro lado, está el Tonalpohualli, que es un calendario sagrado y se utilizaba para hacer previsiones, y tiene 260 días.

En resumen, este calendario azteca se basa en el uso de una piedra solar, en forma de disco, con la imagen de un dios en su centro, probablemente el dios sol. Los españoles enterraron el disco en la plaza central de Tenochtitlán durante una invasión del territorio. Posteriormente, esta piedra fue la fuente para la creación de un sistema de calendario de 56 años.

¿Qué es el calendario azteca?

El calendario azteca consiste en un calendario formado por dos sistemas de cómputo del tiempo independientes, pero relacionados entre sí. Además, estos sistemas se denominaban xiuhpohualli y tonalpohualli, que juntos formaban ciclos de 52 años.

Conocido en un principio como la Piedra del Sol, el calendario azteca se desarrolló a lo largo de 52 años, entre 1427 y 1479. En definitiva, no se utilizó exclusivamente para medir el tiempo, sino también como altar para sacrificios humanos dedicados a Tonatuih, el dios Sol que aparece en el centro del artefacto.

Por otra parte, cada 52 años, cuando coincidía el año nuevo de los dos ciclos, los sacerdotes realizaban un ritual de sacrificio en el centro del artefacto, con lo que el sol podía brillar durante otros 52 años.

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El calendario azteca y la Piedra del Sol

La Piedra del Sol, o Piedra del Calendario Azteca, consiste en un disco solar, que también tiene la imagen de un dios en su centro. Según los estudios, esta imagen puede representar al dios del sol del día, llamado Tonatiuh, o al dios del sol de la noche, llamado Yohualtonatiuh.

Además, en el Museo Nacional de Antropología de México se expone esta piedra, descubierta en diciembre de 1790 en Ciudad de México, que mide 3,58 metros de diámetro y pesa 25 toneladas.

Xiuhpohualli

El xiuhpohualli es un calendario solar civil, utilizado con fines agrícolas. Además, este calendario azteca tenía 365 días, distribuidos en 18 meses de 20 días, para un total de 360 días. Los 5 días restantes, conocidos como nemontemi o días vacíos, eran considerados días malos, por lo que la gente detenía todas sus actividades y ayunaba.

Tonalpohualli

Por otro lado, el Tonalpohualli es un calendario sagrado, por lo que se utilizaba para predicciones, teniendo 260 días.Además, este calendario azteca tenía dos ruedas, de manera que en una de ellas estaba la numeración del 1 al 13, y en la segunda había 20 símbolos.En resumen, al principio del ciclo, con el inicio del movimiento de las ruedas, el número 1 coincide con el primer símbolo.Sin embargo, a partir dedel número 14, la rueda de símbolos se reinicia, combinando el 14 con el primer símbolo de la segunda rueda.

Antecedentes históricos

El 17 de diciembre de 1790, en Ciudad de México, unos obreros mexicanos encontraron una piedra en forma de disco de cuatro metros de diámetro y un metro de grosor que pesaba 25 toneladas.

En un primer momento, en 1521, los españoles invadieron el Imperio azteca con el objetivo de destruir los símbolos que organizaban aquella civilización, por lo que derribaron el gran santuario pagano de la plaza central de Tenochtitlán y construyeron sobre él una catedral católica.

Posteriormente, durante el siglo XIX, tras independizarse del Imperio Español, México desarrolló una afición por su pasado indígena, debido a la necesidad de contar con modelos para la creación de una identidad nacional. De esta manera, el general Porfirio Díaz exigió que la piedra, que fue encontrada y colocada en laen el interior de la Catedral, fue enviada al Museo Nacional de Arqueología e Historia en 1885.

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Fuentes: Adventures in History, National Geographic, Calendarr

Imágenes: Info Escola, WDL, Pinterest

Tony Hayes

Tony Hayes es un renombrado autor, investigador y explorador que ha pasado su vida descubriendo los secretos del mundo. Nacido y criado en Londres, Tony siempre ha estado fascinado por lo desconocido y misterioso, lo que lo llevó en un viaje de descubrimiento a algunos de los lugares más remotos y enigmáticos del planeta.A lo largo de su vida, Tony ha escrito varios libros y artículos superventas sobre temas de historia, mitología, espiritualidad y civilizaciones antiguas, basándose en sus extensos viajes e investigaciones para ofrecer una visión única de los secretos más importantes del mundo. También es un orador solicitado y ha aparecido en numerosos programas de radio y televisión para compartir su conocimiento y experiencia.A pesar de todos sus logros, Tony se mantiene humilde y con los pies en la tierra, siempre ansioso por aprender más sobre el mundo y sus misterios. Continúa su trabajo hoy, compartiendo sus ideas y descubrimientos con el mundo a través de su blog, Secrets of the World, e inspirando a otros a explorar lo desconocido y abrazar la maravilla de nuestro planeta.